Debo de admitir que sentarme en el piso doblando
mis piernas con una postura que emula a un maestro yoga,
no es lo mio. Pero de todas formas me empuja la idea
de sentarme a contemplar la calma, la serenidad que me
produce escuchar el sonido que produce el agua al correr
cuesta abajo en una pequena fuente que tengo en mi hogar.
Y claro llego el momento de intentar doblar las piernas, y
si bien no era algo complicado cuando era nino, no recuerdo
ahora el momento en que tan simple postura al parecer se
transformo para mi en un complejo acto de acrobacia.
Esta situacion me puso a trabajar en el siguiente projecto.
Se eso que ven alli es un pequeno banco. De esta manera logro despegarme
del piso unas cinco pulgadas, y de esa forma lograr mi postura acrobatica.
Lo que no logra el yoga, con todo respeto lo logra la carpinteria...........
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